Topes para puertas
¿Dónde se coloca un tope de puerta?
Los topes de puerta pueden instalarse en distintos lugares, dependiendo de su tipo y de la finalidad que pretendan cumplir:
- Topes de puerta en el suelo: Suelen montarse en el suelo o a una distancia de la puerta que impida que ésta se abra demasiado y dañe las paredes, los muebles o a sí misma. La posición exacta depende de la dirección de apertura y del ángulo de apertura de la puerta.
- Topes murales: se colocan en la pared, detrás de la puerta, de forma que atrapen el pomo o el borde de la puerta antes de que toque la pared. Suelen colocarse a la misma altura que el pomo o ligeramente por debajo.
- Tope de manilla: Una forma especial de tope de pared que se coloca directamente alrededor o detrás de la manilla de la puerta para evitar que ésta golpee la pared.
- Topes o topes de manilla: se fijan a la propia manilla para evitar que ésta toque la pared.
La colocación ideal depende de la situación concreta y debe elegirse de modo que el tope evite eficazmente los daños sin restringir innecesariamente la libertad de movimiento en la habitación.
¿Cuál es la diferencia entre un tope y un retenedor de puerta?
La principal diferencia entre los topes y los retenedores de puerta radica en su función:
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Los topes de puerta están diseñados para evitar que una puerta golpee una pared o un mueble de forma incontrolada. Sirven de barrera física que limita la amplitud de movimiento de la puerta sin fijarla necesariamente en posición abierta. Los topes de puerta pueden ser flexibles o de instalación permanente y varían en forma y material.
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Los topes de puerta, por su parte, tienen la función específica de bloquear una puerta en posición abierta. Esto es especialmente útil para proporcionar ventilación, facilitar el paso o simplemente para garantizar que la puerta no se cierre sola. Los topes de puerta pueden incluir componentes mecánicos como muelles, cuñas o pestillos que permiten bloquear la puerta en la posición deseada.
Así, mientras que los topes de puerta están pensados principalmente para evitar daños, los retenedores también ofrecen la posibilidad de asegurar las puertas en una posición concreta. Ambas ayudas se complementan en sus funciones y contribuyen a optimizar el uso de las puertas en los entornos de vida y de trabajo.